martes, 10 de abril de 2018

Así Nos Convertimos En Concepto Especulativo

Nos quisimos tanto que no servía admitir que había mentido en distintas situaciones, simplemente porque acusaba complejo de inferioridad.

Te había sugerido entre risas, que no podía tener un hijo porque absorbía una esterilidad fuertísima. No era tu deseo, lo sé. Pero varios del ambiente comulgaban con la idea de generarte un primogénito y hacer las paces con la sincronización.

Al final, tu mamá tenía razón. No la conocí, pero era harto evidente que tenía razón.

Aunque la cuestión pasaba por el principio. Te había mentido. Para tu forma educativa, eso era imperdonable. 






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