domingo, 7 de julio de 2019

La Bastardita

Siempre me hablabas de la festichola. No sé, te caía en gracia recordarme esas cosas de tus íntimos y lo bien que la pasaban. Celos, muchísimos. Bastante difícil la hacías diciendo que no podías olvidar a ese tipo que te enamoraba con sólo mirarte y yo sufría.

Decías inventos que en verdad, no eras quién para juzgar la historia problemática de mi familia y sí, debías ser feliz.

¿ Qué se te ocurre?. Sí eras de verdad, debías aprender a valorarme por fuera de mis ideas o creencia religiosa. Eso, nunca lo supiste. 

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