Tu Historia Clínica, Desterritorializada, Secundum Legem

Eran pasiones. Simplemente eran pasiones carnales que no supiste desacreditar conmigo. Yo no te iba a decir que era frustrarse, secuencia del amor no correspondido, si tu órgano no funcionaba.

Cortaban la luz y todo era función de la complicidad. 

Los Patitos No Sugerían Estar En Fila

La novia, la más linda, se había perdido y no encontraba su ser. Fuerzas tecnológicas dispondrían que el drone real la ubicase.

Pero no sabías, se nos caía la baba. La más linda, la que se enrojecía cuando su madre la descubría en in fraganti cuando noviaba clandestina con algún galancito. 

Se había ido. Un amor puro, sabía de su arrogancia. 

Constanza Del Río, Ho´ Oponopono

Desconsiderado me pensabas y eran varias las veces que me hacías recordar de alguien que había cumplimentado un papel bastante ingrato dentro de mis amoríos.

La teatralización de los cuernos y la reciprocidad de dictaminar verdades a gusto de los amigos, no me iba. Te dejaste llevar por las construcciones de maldad que sectores en enemistad, perfeccionaban en contra mía.

La paralítica era un destello de líos, donde debías saberlo, no había educación.

¿ Qué le decía entonces ( abreviado) el capo?.

Julia, Roscas Del Embarazo

Nosotros, cuando éramos teenagers no decíamos de las bromas de los grandes porque eran específicamente, un amontonamiento de juicios previos sin entendimiento.

Sufríamos, eso sí. Nos retaban simplemente por ser libres o al menos, quizás, intentarlo.

De paso, en algunas instancias, sabíamos que el principito era para los bolches.

¿ Es Falso Qué Dirigías El Tiempo?

No tenía ninguna consideración cuando esgrimías que pagabas un canon específico para poder espiarme a través de las redes. Te dije que las fuerzas armadas te hacían el favor y no precisamente porque amaran la justicia que vos pretendías. Por suerte, todo era una función teórica.

Y la lástima, sólo la teníamos con dios.

Aparte, sabíamos de la risa negra. 

( Poesía poética). 

Tutu, Invalidez De Legitimidad

Teníamos gran secuencia de sospecha cuando invalidabas la contraseña. La verdad, te creías político de la clase B y de la fauna, sólo te dedicabas a deslegitimarla.

Había que avisar, acaso de la revolución.

Chaval, Corazón De Mortadela

Era ilógico que te de las sugerencias del  buen manjar en que se podría convertir la mortadela sino sabías de algunos elementos de la pobreza de espiritualidad. Pensabas, al menos pensabas, que toda era cuestión de materialidad y los lujos una buena noche de sexo y contarlo entre tus íntimos.

Y decías que eras de buen corazón. Apoyando la traición y negando la curiosidad de otrora, otros sistemas.

Las Aplicaciones Adictivas

Había una serie de teorías que estaban sumamente erradas en relación al fenómeno de los basureros. Sí lavaban, no era una cuestión que me tenga involucrado. Falun Dafa, la otra explicitación del hemisferio, convertía cada uno de mis actos en absolutos pecados y obviamente era sospechoso de incumplir el sistema de garantías procesales del amor de da-sein.

Nada. Nada más lindo que vencer a la histeria y lograr lo deseado del gusto carnal. Obvio, existían las estructuras reaccionarias que endilgaban rapidez a mis actos de enamoramiento.

La meditación, vicio de otra parte.

The Riding Of The Merry-Go-Round

Otra vez me indicabas si prefería brocha grande o brocha chica. ¿ Sabías no?, la verdad, era un iluso en materia de amor y desconsideraba la preferencia en ese sentido. 

Los síntomas eran de la des-clase. Agobiado por el consumismo y la lógica del bohemio, decidí partir.

El galope entonces era uno de mis sueños. 

Amicus Curiae, La Performance

Vete. Habíamos planteado el concepto. Vete sin rencores, sin las estalactitas del amor foráneo, pero sólo vete. Y había caramelitos de distinta índole, lo había, era cierto, los futuros investigadores del conocimiento debían estar al tanto de estas implicancias y la idea de la plusvalía femenina, no sé, habría que escuchar con algo de sabiduría y capaz, capaz la ciencia del amicus se tornaría determinante.

Ahora hablaban del karma. Yo te indicaba fácil, lo de las leyes kármicas y era una panacea, la teoría y el modo de elucubrar la intensidad del mundo. Aunque no, no era verdad. Aunque, sólo vete.

La historia, siempre, de los especialistas. 

Que significaba. 

Avaricia, Post Mortem

Recuerdo lo del verso de la lupita. Me hacías saber finamente que estabas absolutamente al tanto de todo, de todo sobre mi vida y de lo que me había pasado en mis ámbitos de estudio. ¿Te parecía gracioso no?, capaz, no lo sé. Capaz te gustaba, capaz, y tu intencionalidad fuera política, aunque seguramente no tendrías el valor para decírmelo y entonces la forma que lo concebías era el chiste, sí, de chekear la info con la lupita.

Yo me había ido, ¿sabías? , no me interesaba lo del feng shui y lo de la injusticia conmigo, bueno, en honor a la verdad, eso era una apreciación subjetiva. Los ojos no funcionaban y los oídos colapsaban. Pero había un par de tipos que decidían sobre esos ámbitos y la verdad, creían que era lo justo, lo merecido para la clase de tipo que yo era.

¿ Te servía la idea de la justicia? .

Yegua, Travesti, Rock

Cuando subordinamos el afecto y era casi de obligatoriedad realizarlo, yo no te decía, de lo que tus amigas esgrimían de mí, secretamente.

Y al colmo, te trataban de tonta, porque te animabas a chuparme las medias, eso de lo que yo decía, eso de lo que yo pensaba.

Te casaste. Tuviste el fruto concebido por los procesos de sincronización y salías de la cúspide, claro, de sentirte presionada.

Y la terapia, a veces con flores de bach, hacían lo necesario para sacar la astilla del corazón pudiente. 

Acaso ni lo sabías, de lo que decían de vos. Ni lo planteabas. Y menos de las vitaminas ocultas que sin que sepas, debías tomar.

Eso era rock. 

La Virilidad, Confronte De La Publicidad

Objeto lluvioso sí los había, y era de los encantadores. Interpretación, corona de luces y negabas la duda de los compañeres. La soledad, y alguno de los clásicos prejuicios de clase a la hora de cenar la idea.

Éramos de comer. Sólo que la comunicación típica de los celulares la dejábamos de lado.

Era una apariencia ficticia. Las vaquitas eran de los sistemas. 

This Role That I Have Been Given

Todavía parecía consecutivo. Los hologramas del pensamiento, la tesitura del dinero, consecuentemente hacía estragos. Y la verdad, desconocía de que hablar sino me indicaban los axiomas o esas cosas del poder religioso o porque no, del chamanismo galáctico.

Tenía evidencia empírica. La parábola del hijo pródigo. 

Sólo Era Cuestión De Saber Tu Verdadero Nombre

Te había dicho varias veces que a vos no te tenía que interesar sí dios se había lesionado y jodido su pierna alguna que otra vez, te lo había dicho. Te entrometías en esas consideraciones, ni que vivieras de su pierna. Y tus plumas secretas ya te lo habían sugerido.

Y no era por celos o perogrullo, envidia que yo te hacía saber de estas cuestiones, incluso, no creíbles, desgarradoras. Pero era para mí.

Deseo, pasión y desistimiento. 

Cuando Le Regalábamos La Camperita De Moda

Nunca habías escuchado de la prenda fetiche pero amabas tenerla. Era poseer un sistema de ideas y creencias donde ese abrigo implicaría una razón de ser.

( Una razón de ser).

Y tu mamá te cubría. Te mandaba al mejor colegio para que tengas suspicacia con el resto. No aprendías a portarte lindo con las mujeres. Daban que hablar.

Tu mamá, decían, te sincronizaba y cubría. Adulaban la camperita y llevaban la insignia. 

No Surprises, Los Ciegos

No había sorpresas entonces al momento de dilucidar las causales del problema. Eso implicaba obvio, ahogarse en un vaso de agua cuando las horas pasaban y nada, los síntomas de la sincronización.

Y decían del bruto. La fe, la fe sin la moderación necesaria los cegaba. Idéntico, idéntico a las formas ideológicas que también cegaba a varios que pretendían verdad sobre la historia.

Pero nos amábamos. Éramos rubios y morochos, distintos, pero nos amábamos.

Y no lograban comprender los dichos de esa implicancia.