No tenías idea. Se trataba de un objeto específico, valor incalculable sí, así cómo cuando pensabas que la plusvalía tenía que ver con horas sustituidas del sistema.
Y no, no era una crítica a tus costumbres laborales y lo que decías, a pesar de tener sentido práctico, no era usual en mis allegados. Yo sé, yo sé que no iba a lograr que cambies de opinión y forzarte a la sincronización, la verdad, no era mi estilo.
Aunque sí. Había cosas que la reflexión del temple te lo iba a permitir.
Modo tántrico y las formas arcaicas de la sociedad de consumo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario