La gorda y el gay mentían una y otra vez sobre las oportunidades de exterminar al señor. La estructura del conocimiento, usualmente era un verso altisonante sobre las formas espurias de conquistarte. ¿ Qué decir?, la miseria económica atacaba por el canto la totalidad de mis bajos instintos. No sabía suponer de tus complejos y que especulabas, para volver a verme y darme el sí del encantamiento.
Yo era así, cantaba lo que se programaba, aunque no, no tenía el amor que merecías. Tocar y merecer virtud.
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