martes, 27 de febrero de 2018

La Crema, El Postre

Había que estar triste, realmente triste para imaginar todas esas cosas de pulsión de muerte que tenías conmigo. Yo, ya era ya bastante especial y vos no lo comprendías. Una y otra vez me hacías la contra demagógica. 

Mercedes, el campo, los deseos  de los ignorantes, la apetencia del mundo me mostraban su lado más akáshico. 

No iba bien el amor, sospechado de un virus ontológico y cariñoso con los artificios del mal. Eso pensabas, y en verdad, ofendías mi ser.

El corazón lo tenía roto, sí, pero de falsedad con mis intenciones de amarte, ninguna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario