viernes, 18 de mayo de 2018

Epistemic Abstinence

Creerte no era tarea sencilla pero debía intentarlo. Se suscitaron varias escenas de contrainteligencia y el ardid básico entonces, era resignificar todo hacia el pasado. 

Podía enaltecerme sí querría. Inspirándome en dioses del más allá, pero no me seducía esa idea aprendida y vociferada por las distintas burguesías del conocimiento. Qué al paso, perdían relevancia con mi ojo clínico, él qué sólo pretendía aura del bien amor. Amor, no de nalgas caídas, porque ese era tu complejo, sino amor que no ofreciera especulación alguna de ninguna índole.

Ellos, los que dios enunciaba con sarcasmo, sabían más. Era lamentable pero se entristecían sin saber a ciencia cierta de lo que era dios en la faz de la tierra.

Era insoportable saber de su presencia mientras el resto de la sociedad nos criticaba. 

Peón del castigo.

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