sábado, 5 de mayo de 2018

The Vanguard Is With Abelardo

Entonces sabiendo lo que te propondría no debería esperar por un sueño hipnótico y que realce mi forma estética, a priori del deseo divino. Ello, acaso justo cuando los libertarios incendiaban tu celda y espiaban las tecnologías ocultas del bosque.

La parábola, la ciencia médica no me amaba y hacía el esfuerzo necesario para liquidarme en las formas ya conocidas de la sincronización social.

No era qué tenía miedo de enamorarme igual dentro de la barbarie. Aunque la idea de la mística era constitutiva para lograr la presunción del amor correspondiente.

No, no había la suma perfecta. 


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