viernes, 10 de mayo de 2019

Yegua, Travesti, Rock

Cuando subordinamos el afecto y era casi de obligatoriedad realizarlo, yo no te decía, de lo que tus amigas esgrimían de mí, secretamente.

Y al colmo, te trataban de tonta, porque te animabas a chuparme las medias, eso de lo que yo decía, eso de lo que yo pensaba.

Te casaste. Tuviste el fruto concebido por los procesos de sincronización y salías de la cúspide, claro, de sentirte presionada.

Y la terapia, a veces con flores de bach, hacían lo necesario para sacar la astilla del corazón pudiente. 

Acaso ni lo sabías, de lo que decían de vos. Ni lo planteabas. Y menos de las vitaminas ocultas que sin que sepas, debías tomar.

Eso era rock. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario