La tesis de que todo era posible en el amor evidentemente no funkaba conmigo. Adular por cuestiones económicas ya no me tentaba, eran otros tiempos donde solía mentir para conquistar a la presa.
Pero el caso se ponía denso. Grupos socioculturales se relamían con el chiste del capo. Vendía la imagen necesaria y con eso se bastaba para liquidar al extranjero.
Ahora intentaban a lo lejos, la caducación del pleito vía coloquial.
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