viernes, 8 de junio de 2018

¿ Y Qué Tiene Que Ver?

Era evidente que desconocías de las conexiones clandestinas que intentaban juzgarme como culpable del delito de parricidio y no la tenías pensada. 

Oprimías tu cuerpo, esgrimiendo consideraciones del sadomasoquismo verbal y no comprendías en verdad, cuando dios venía, aunque nunca venía, del estatuto aproximativo que inauguraba la visión del film del secuaz.

Jamás entendí que desearas que yo sufra lo que vos sufrías. Era cierto que me habían cortado las piernas, en el sentido de fluidez energética que vos argumentabas con tu entorno privado.

La conexión era irreal y no tenía nada de amor cósmico como a vos te gustaba creer.


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