Había, para variar, ejemplos por doquier de las distintos procesos de adulación llevados al punto para concretar la obra magnífica.
Esa obra deseosa, la inculcaba la estructura delictiva. Acostumbrada a usufructuar la labor de quién sabe, dios oculto dentro de la humanidad. Y al cabo de las discusiones de prejuicios y preconceptos, la tormenta ontológica imponía su ser.
Tenían un dron polisémico. Para controlarlo todo.
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