Campo minado. No te imaginabas lo que era trabajar en ese lugar donde el informe socio-ambiental no era de los mejores en honor al temple de la dignidad.
Pero vos no sabías. Obviabas eso y pensabas que ese tipo que te había conquistado fugazmente y al azar, era el peor ejemplo para entregarle el corazón. Campo minado.
En tu puta vida, y con todo el conocimiento de psicoanálisis que adquiriste, entenderías los procesos de guerras mentales y psicofísicas que tal campeón sufría. No lo entenderías por los procesos de estructura cognitiva que justamente determinaron tu subjetividad de clase.
Y había todo un pibe dentro de él. Preferías tu famosa zona de confort y el modo de ser feliz socialmente aceptado.
Peleabas contra el rubio. El más hueco de todos.
¿ Lo sabías?.
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