No, dentro del aula no había estafa y todos tenían ganas de ser educados. La sólida idea desaparecida del castigo a los que decían violencia física para espantar a los pájaros, se licuaba.
No sé de que querías hablarme. Acaso pretendías explicación alguna de hechos sucedidos y donde evidentemente me asignabas culpabilidad dolosa.
Tenías la misma arrogancia y soberbia que el común de tus allegados, no te dabas cuenta. Así llegábamos al enfrentamiento del amor y no sudabas.
Tu papá me mimaba. Sudáfrica.
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