martes, 11 de septiembre de 2018

La Madre Que Esgrimía Que Su Hijo La Engañaba

La persecuta era altísima entonces era entendible que la madre dudara de su hijo. Sucedían situaciones que implicaban grandes procesos de sincronización donde muchas veces se aprisionaba al ser propio de cada individualidad matemática.

Y al punto clásico entre madre e hijo, por más que el hijo demostrará actitudes técnicas de solvencia espiritual, la madre, acaso por lo que le indiquen sus círculos íntimos, desconfiaría de su hijo.

Eso lo sabíamos de los relatos bíblicos. Pero insistían al momento de la contemporaneidad, y dale con que todo era su culpa.

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