Y ya eran varias las visualizaciones que se desplegaban dentro de mi mente pero el problema se presentaba en que no lograba discernir su significado. No podía comprender que grado de significación tenían. Era importante, muy importante saber que no disponía de ningún capital social, ni cultural donde obviamente, las interpretaciones se basarían en conceptos abstractos de teorías rimbombantes que no aportarían ni el mínimo entendimiento.
La cola me mataba. Era la cola de la calentura del demonio y sí, era el sentido de verdad de la estructura legitimante. Aunque contábamos con el parque.
La diversión del parque era ser materia conceptual donde nadaban los hijos bien y respondían, cuando a dios se lo veía comprometido en el asunto.
Asunto de histerias e interpretaciones no deseadas.
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