La música era una apoteosis cuando entrábamos al bosque soleado y decíamos de los secretos del conocimiento reflexivo. Eran dudas, dudas de toda índole y los hijos apolíticos esgrimían notas del hambre entonces de la naturaleza.
Teníamos mandioca y la sopa paraguaya acompañaba la esencia de los que decían saber.
Y hacíamos el amor, sí, sí, hacíamos el amor cuando el mundo se quejaba.
¿ Qué considerabas?.
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