La blonda, el corazón ficticio, la irregularidad. El sistema pélvico no funcionante, no sabíamos que decir cuando desincronizaba la multitud.
Éramos la habladuría de los comensales y no teníamos el temple auténtico para soportar las críticas de los estructuralistas que fecundaban triple artificio del match point, no, no lo soportábamos.
Perfidia de las creídas rosas.
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