jueves, 29 de noviembre de 2018

Incluso Tú

Incluso tú, que te habías quemado con leche, veías una vaca y llorabas. Y yo no soportaba que no creyeras, de un mundo mejor y lo que implicaba volver a creer sin las formas mitológicas que nos habían enseñado.

Incluso tú, que ni sabías del espacio exterior y memorizabas los procedimientos sanguíneos para atraparme y decías aprender, lo del chamanismo socrático.

Pero no. No eras, no tenías reglas para el estrabismo.

Adaequatio rei et intellectus.




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