lunes, 12 de noviembre de 2018

The Alienation Of The Machines

Te alienabas. La influencia del sistema era innecesaria pero te dejabas llevar por las formas cósmicas de la desobediencia civil. Rarísimo, el modo de la estrella mitológica y su perpendicularidad. 

Pero igual, ese no era el tema que yo tenía asimilado en mi mente con vos. Te creías dios, y no, eso no existía, ni los fieles de la iglesia más dogmática se creerían con derecho a tal idea, desde ya, el proceso de sincronización te alienaba como nunca antes lo hubieras imaginado.

Te necesitabas. Algunos de los planteamientos rústicos que estipulabas nada decían, con los problemas reales que las máquinas del saber debían resolver. Por casualidad, cuando aprendías, en la tentación del ocaso de los ídolos decías burradas. Elocuente.

¿ Cómo iba a conquistarte si tu planificación de conocimiento daba cuenta con burradas?.


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