viernes, 5 de octubre de 2018

La Chinita

La it girl era superpoderosa y daba instancia de amor al veredicto final. La arena del tiempo, la seducía con el tanto del prejuicio de clase, y al sol, germinaba su astucia de loto.

Y había vuelta. Vuelta de flirteo de la serpiente y el humus histórico de las nubes secas, nubes que dibujaban la nodriza apocalíptica del suspiro tangencial.   -Acaso no comprendíamos- 


Superpoderosa en los intentos de salirse de la lógica reproductiva del statu quo de ser y ella era el alcance de la ciencia del ego. 

Corporativo, corporativo la sensatez de mi orgullo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario