lunes, 29 de octubre de 2018

La Herida Del Poltergeist

Eran las usucapiones, alguna de las causales que me tenían al maltraer y no quería hacerte saber de mi problemática jurídica.

 Ese veredicto, más todo  lo que el micropoder te esgrimía de mí, hacían de las sincronizaciones familiares un verdadero carrousel entre teatro y verdad, y esa sapiencia de puntearte la verdad de muchos. O sea, no creías. No comprendías cuando decían del pecado tautológico, no lo comprendías. 

Pero aparte, no era momento de endilgar culpas o emitir al real Judas su verdadero quehacer delictivo. Prima facie, eran otros temas, otras emisiones de la vida inconclusa que jodían mi temperamento y que entonces hacían que vos creas en apariencia de mí, un ser histérico. Y sí.

Al punto del amor, nunca la materialidad iba a decirte tanto. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario