domingo, 21 de octubre de 2018

La Pluma, Jerga Dialéctica

O sea, me decías que cuando trabajabas, sin que tu patrón lo sepa, ¿ te ponías a leer libros o en su caso, algún suplemento del diario?. No, no, era gracioso. 

Igual, debía hacerlo con muchísimo cuidado ya que el sistema de laboro contabilizaba sus plumas por doquier, atentas para ofrecer in fraganti esa data al trompa, desde luego, una obviedad. 

Y era tiempo y falta grave. Leía de las bombas nucleares y de cuando las madres eran super afectuosas con sus hijos. Rarísimo, yo era super independiente de esos vínculos y leía y leía.

No me importaba otras veces, del que dirán cuando me eran infiel y los del círculo íntimo reían. Chiste.

Sabía del modo de aplicación que a futuro, esas plumas condicionarían mi ser, y mucho. Pero no.

Había adicción. Y no te motivaba mi ser.

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