Y eras vos, que preguntabas de manera capciosa y creías inducir al resto de tus camaradas al momento culminante de la utilización del deseo. Ni te lo decía, por motivos de estrategia de sincronización y la verdad, veías la problemática del mundo, desde la platea. Y entonces para mí no eras.
Buda era todo lo contrario a las posiciones de la estructura delictiva y el punto, no, ni lo creas. No me tomabas con la seriedad que merecía.
Tanto avistaje, tanto conocimiento e información utilizada para que sigas creyendo que la discusión pasaba por lo masculino o lo femenino.
Y yo era el sujeto que creía del nuevo paradigma. No lo supiste.
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