De un momento a otro, los sentimientos cambiaban rotundamente. De la posibilidad del flirteo más genuino al rechazo pensado y meticuloso.
Cuando sucede que te rechazan y por dentro considerabas todo lo contrario, obvio, ¿ algo paso no?.
Mis amantes ciencias me indicaban todo. La locura también podía canalizarse con efecto tardío y yo era creído encima.
El enemigo no lubricaba su historia.
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