Aparecían los informantes del delito y elucubraban la acción para que el arquitecto no deje el lugar esparcido a la sincronización del pasado.
Ménage á trois del lesbianismo y no podíamos decir palabra santa por los auriculares, ni en el asomo.
Íbamos a los parapsicólogos y nos cantaban todo.
¿ No?.
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